Cuenta una leyenda, que de vez en cuando Dios les regala a sus ángeles unas vacaciones. Los disfraza de personas, y los envía, con sus alas bien escondidas, a que disfruten de una vida ayudando a vivir a los demás.
Puedo sentirme afortunada. Yo he compartido mi vida con tres de esos ángeles.
El primero de ellos me guió durante mis primeros años. Me llevó con él de la mano a donde nadie mas quiso acompañarme; compartió la mayoria de mis juegos cuando nadie mas queria jugar conmigo; lloró parte de mis lágrimas para aliviar mis pesares; me enseñó todo aquello que sólo el amor muestra, y, como solo un ángel haría, entregando su corazón.
Ahora Dios se lo ha llevado de mi lado. Yse lo llevó solo para que no sufriera, y por eso lo acepto con una sonrisa, y porque a cambio me entregó dos nuevos ángeles, para aliviar mi dolor. Hasta siempre Papá.
El segundo de mis ángeles no me estaba destinado, pero Dios me vio tan perdida, y tan perdido estaba él, que decidió que juntos podríamos rehacer el camino. Y él también quiso entregarme su corazón. Pero lo tenía roto en pedazitos, así que me lo va dado poco a poco. Algunos de esos pedazos están enfermos de sinsabores y rencores, de odios y desamor; pero otros estan colmados de cariño y generosidad; de una lealtad infinita, de esperanza de una vida mejor.
Cuando me toca un pedazito de los malos, me llena de dolor, por mí y también por él. Pero cuando me da uno de los buenos, recupero la esperanza de vivir, aunque sea efímera.
El es mi ángel, y también mi demonio. Aunque en el fondo de mi corazón deseo que lo sea para toda la vida. Es mi compañero y el orgulloso padre de mi hijo.
Mi hijo, mi tercer ángel. El que nacio del amor. El que nacio de mi vientre.
Dios escogió para nosotros el ángel mas hermoso del cielo, para curar nuestros dolores , y es bien cierto que cada una de sus sonrisas vale un mundo, y siembra una semilla de esperanza de una vida mejor.
Y ahora a mis tres ángeles quiero pedir perdón sincero. Quizá no he sabido devolveros el amor que me habeis entregado; os pido que no escucheis mis palabras, sino a mi corazón, que aunque habla en silencio sus palabras tienen el mismo valor.
Quizá algun dia, espero que no muy lejano, podais sentir lo que os amo, y lo que os necesito para vivir.
Para tí, PAPA, quedan mis recuerdos , y una infancia feliz siempre a tu lado.
Para tí, AMOR, quedará lo mas grande y sincero que mi corazon ha entregado jamás.
Para tí, HIJO, quedará por siempre todo lo que soy, la entrega mas desinteresada, la de una madre.
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