martes, 29 de abril de 2008

Cada día que pasa me convenzo más de que es mucho más inteligente fingirse idiota ante determinadas circunstancias, antes que dejar que las circunstancias te pasen por encima como si fueras idiota.

PD: No soy de piedra, pero algunos deberiais hacer como si lo fuera.


PD2: No dicen que es de locos hablar con las piedras?

jueves, 24 de abril de 2008

Para mi Mai...


LA CAÑA, QUE NO???

martes, 22 de abril de 2008

Quisiera haber sido una niña mucho más rebelde; al menos hubiese vivido una infancia algo mas divertida. Yo aprendí que lo malo de vivir con una persona amargada es que por lo general se divierte amargándole también la vida a los demás. Gestos ágrios, miradas ariscas,esos son mis recuerdos de ella mas vívidos, y siembran lo que han de sembrar.


(Y aún así no me queda otro remedio que quererte).

miércoles, 16 de abril de 2008


Recuerda que el tener pocos encantos


no está reñido con ser alguien encantador.


Hay determinados días en que lo mas correcto...

es... ser deliciosamente incorrecto.

domingo, 13 de abril de 2008




Quisiera contar todo aquello que el me dió, pero hay ciertos
amores que se llevan con un silencio egoista, y sólo aquel que lo vive y lo siente, tiene derecho a saber.

Cambió de manera maravillosa y sorprendente mi vida entera.

Cuando le vi por vez primera comprendí que ya para siempre cambiaría el rumbo de mi piel.

Mi pasado entero y mi futuro incierto quedaron por completo en sus manos, tan diminutas....

Mis días transcurren en la placidez de la melodía de sus pasitos
correteando , en la candidez de su risa mientras tararea con torpeza las canciones recien aprendidas en la escuela.

Y aún se dormirá sobre mi pecho muchas noches más, mientras le canto en un susurro las aventuras de su Barquito de Cáscara de Nuez.



Tus palabras susurran mentiras

Tus mentiras me hablan de miedos

Tu miedo grita sufrimientos


Y mientras yo sólo te recito bellos poemas de amor.


(Siempre estaré contigo)

jueves, 10 de abril de 2008



Recuerda siempre que eres único,


exactamente igual que todos los demás.

domingo, 6 de abril de 2008

VIEJAS CARTAS...

Hace mucho tiempo que debí haberte escrito esta carta. En este momento ya no sirve de nada. No puedes leerla. Ni tan siquiera podrías sostener el papel con las manos.

Esta mañana he ido a verte. Cuando llegué a la puerta de tu habitación ,estaba entreabierta, y te estuve observando durante unos segundos. Igual que un niño, te esforzabas en llevarte la taza de café a la boca sin derramar nada. Nunca, en toda mi vida, había sentido tanta impotencia.

Cuando yo era niña, los recuerdos mas dulces siempre fueron en tu compañía. Nunca me separaba de tí. Y ahora...hace ya tanto que no nos acercamos...

Recuerdas como me enseñaste a bailar? Ponías mis pies encima de los tuyos, y me hacías girar abrazada a tu cintura, por toda la habitación, al son de la música. Tú te reías, y yo te abrazaba aún más fuerte.

Cuando tenía miedo me escondía en el armario de tu ropa. El olor me hacía sentir segura. Si tenía frio me envolvía en la vieja bata marrón. Te acuerdas de la bata marrón ? Era del abuelo. Tú la llevabas simpre puesta cuando apretaba el frío, y cuando no estabas, yo me la ponía jugando a ser tú. La iba arrastrando por toda la casa, tropezando de cuando en cuando, y con tu vieja pipa en la boca. Aun guardo alguna foto de las que mamá me hacía cuando me sorprendía así.

De tí aprendí tantas cosas... El otro día, rebuscando en el desván de casa, encontré el primer libro de poesía que me regalaste: "Las aventuras de Coleta la Poeta". Yo tendría unos 6 años. Apartir de ese momento escogiste con todo cuidado cada lectura que ponías en mis manos. Y con eso me facilitaste también una infancia feliz, pero en mundos fantasticos, diferentes al mundo del resto de los niños.

Durante años, cuando no estaba en el colegio, o estaba leyendo, o estaba contigo.

Y de pronto, un día, descubrí que existían cosas fuera de las hojas de mis libros, y que también me gustaban. Y empezé a explorar.

Poco a poco me fui alejando de tí. Te enfadaste. Te enfadaste tanto, que ya no quisiste bailar más conmigo, ni prestarme tu bata marrón cuando hacía frío en mi corazón.

Yo tenía 14 años.

Al mismo tiempo tu enfermedad se agravó. Tu caracter se volvió agrio y distante. Yo nunca lo entendí. Creí que me habías abandonado.

Ahora se que solo tenías miedo.

Y ahora, la que tiene miedo soy yo. Por tí y por mí. Por tenerte, por perderte. Por buscarte y no encontarte.

Y ahora... quieres volver a ser mi padre???