Dicen que la confianza es ciega. Y tanto. Yo no me di cuenta de lo ciega que estaba al confiar una parte de mi corazon a un amigo/a. Si el refrán dice que las mentiras tienen las patas muy cortas, yo afirmo que los Secretos por aquí corren que vuelan.
domingo, 1 de marzo de 2009
Sigue siendo increible que tan sólo un beso furtivo, una caricia liviana, puedan devolver en un segundo la dignidad perdida. Gracias por ser quien eres.