jueves, 26 de febrero de 2009

Quizá sea eso lo que a mi me espere. Un lugar en ninguna parte. Pero ya no puedo ni quiero seguir viviendo de rodillas, con la cabeza bien agachada y la frente pegada al suelo. También es verdad que es la postura idonea para que me sigan dando patadas en el culo.
Solo siento que me duele vivir cada dia, y solo respiro para llegar al momento en que mi hijo me sonríe. Alguién me dijo hoy que era muy triste vivir así, con tanta desesperanza, pero ese es mi trocito de la tarta. La guinda se la han llevado otros.
Siento como si me pesara enormemente el corazón , y solo pudiera vomitar lágrimas. Pero sospecho que no tendría en quien descansar la cabeza cuando me cansase de gritar mi propia estupidez. Al fin y al cabo los cuentos de hadas son solo eso, cuentos; y por eso siempre tienen un final feliz, porque alguien se los ha inventado.
Quizá yo debería inventar mi propio cuento, pero seguro que tampoco tendria un bonito final. Esa es la historia de mi vida.

Hasta hace poco me levantaba cada mañana pensando que quizás el día me traeria algo bueno, lo que fuese, aunque se tratase de una mirada de cariño, una caricia , un beso, un abrazo, una sonrisa de comprensión, unas palabras de aliento, y solo con eso, ya se puede mirar hacia delante con algo de brillo en los ojos.
Pero todo eso se lo llevó el viento. Tan inventado como los cuentos de hadas de algun escritor loco.
Ahora ya se que debo despertarme cada mañana sin esperar nada de nadie, porque nada me darán. Aún así yo seguiré dando de mi todo lo que yo pueda, hasta que se me ahogue el ultimo grito en la garganta.

Las sesiones de terapia mañaneras están siendo un consuelo. Gracias a quien corresponde.

Del camino a la Desesperanza no hay retorno.


Nadie ha sabido decirme nunca que apellidos tiene el Abandono, o si a la Humillación hay que tratarla de Usted.


Mientras tanto yo seguiré tuteando a mi Corazón Roto.